jueves, marzo 12, 2009

Ponencia del Dr. Pedro Kesselman

Dr. Pedro Kesselman

.

Buenos días. Yo soy vecino del barrio de Palermo de hace muchos años y, a modo de introducción, quiero señalar que yo me formé como muy joven en la universidad de Risieri Frondizi, de Rolando García y de Manuel Sadosky entre muchos otros. Si bien soy abogado, milité en esa universidad y milito en la universidad y, siendo muy joven abogado, una noche de 1966, participé en la defensa de quienes eran golpeados al salir de la facultad, de la vieja Facultad de Ciencias Exactas, en una fila que encabezaba quien fue mi compañero de Colegio Nacional, […] Guillermo Bolcini, científico prestigioso.

.

Quiero decir con eso que yo he sido siempre un militante en defensa de la ciencia y la tecnología, de la independencia y la soberanía argentina y sobre todo en materia de ciencia y tecnología, y soy partidario del desarrollo científico y tecnológico y de la difusión de la ciencia y la tecnología. Por eso quiero señalar como principio esto. Lo cual no quiere decir que no me oponga a este proyecto.

.

No me opongo a este proyecto en sí, al proyecto en sí, que puede ser excelente. Yo me refiero a un proyecto que se propone instalar en un lugar determinado de nuestro barrio.

.

Cualquiera de ustedes que conozca el barrio, como lo conocemos muchos de los que estamos aquí, inclusive algunos funcionarios que están hablando, saben que es un proyecto que se instala en un lugar que tiene Honduras y Gorriti por un lado, para el cruce hacia Juan B. Justo y desde Juan B. Justo, y del otro Paraguay, con un largo paredón que va a desaparecer como paredón pero que no va a dejar de aparecer como un dique para el tránsito que circule y desemboca en Godoy Cruz. Y quienes conocemos el nudo del llamado Puente Pacífico, quienes como yo desde el balcón de mi casa veo Las Heras, Sarmiento y Santa Fe, y veo los nudos y los problemas de tránsito y circulación que se producen cotidianamente, pienso en este proyecto instalado allí, no en el proyecto en sí mismo.

.

Y retomando, entonces, el tema, señalo que hemos sido convocados a una audiencia por el Poder Ejecutivo local, en los términos del artículo 63 de la Constitución de esta Ciudad. Se supone, entonces, que conforme a la letra de la Constitución, la convocatoria se ha organizado "para debatir asuntos de interés general de la Ciudad o zonal": eso es lo que dice la Constitución. Pero aquí surge nuestro primer cuestionamiento, que lleva a objetar la determinación del Poder Ejecutivo convocante. El Poder Ejecutivo parte de considerar que el proyecto de creación de lo que se ha dado en llamar "Polo Científico y Tecnológico" en los terrenos conocidos como ex Bodegas Giol es en sí, en sí mismo, “de interés general”. Puede ser de interés general, pero ¿es de interés general ubicado allí? Los vecinos entendemos que lo que es de legítimo interés general no es el “Polo", allí, que se propone, sino el determinar claramente, sin sujeción a intereses de ningún tipo, cuál debe ser el destino de estos terrenos públicos que son –como sabemos hace muchos años- bocados apetitosos para intereses especulativos del negocio inmobiliario. No digo que este proyecto de los científicos y los funcionarios del Ministerio tenga ese propósito. Pero puede ser la apertura para que esos bocados apetitosos se conviertan entonces en negocios: ésta es la advertencia que hacemos.

.

El “interés general” del que habla la Constitución es el interés de los individuos en su condición de integrantes de una sociedad política –la Constitución habla de “interés general”-, o sea el interés por los valores que los individuos necesitan, pero que sólo pueden lograr en forma conjunta, en una acción racionalmente planeada y coordinada en común. Es decir: el concepto de interés general del que habla la Constitución es la concepción secularizada de lo que los católicos llaman el “bien común”.

.

Entendemos, entonces, que lo que debió hacerse es convocar a un debate transparente, amplio, sobre el destino de los terrenos, para que su uso favorezca la calidad de vida de esos ciudadanos, de esos individuos socialmente considerados, y no traer, como si fuese “de interés general”, un proyecto cerrado, planteado como "o lo toma, o lo deja", en ese lugar.

.

El proyecto viene respaldado por el Gobierno local y el organismo que administra las tierras públicas –el ONABE-, y es una suerte de injerto salido de todo contexto legal y urbanístico: ésta es nuestra opinión. No se inserta –contrariamente a lo que dicen- en el Plan llamado Urbano Ambiental. No hay zonificación: la zonificación sigue siendo UF, no se sabe después qué va a pasar, sobre todo con el resto de los terrenos, porque no se dice qué se piensa hacer con el resto de ese inmenso territorio que, por ahora, no se utilizaría para ministerio, museo y ese pequeño museo - gran hotel, el edificio de once pisos del CONICET, restaurante, cocheras, etcétera.

.

Hace pocos días, el arquitecto Mario Sabugo publicaba un artículo en Clarín titulado "Por fin, hora de planear la Ciudad". Quince días después, nos llaman para hablar cinco minutos cada uno sobre este injerto descolgado de todo plan y proyecto racional en ese lugar. Quienes traen esta propuesta creen que los terrenos del Estado Nacional se hallan fuera de toda norma que regula las construcciones y destinos de las mismas en la Ciudad Autónoma, y que en ellos se puede hacer lo que se quiera, y como se desee.

.

Es llamativa además la denominación de "Polo Tecnológico", y nos suscita algunas reservas o, por lo menos, algunas consideraciones de precaución. Un "polo" es un punto determinado en torno del cual se desarrolla una actividad. Se habla, por ejemplo, de "polo de desarrollo", de “polo industrial”, de “polo petroquímico” y todos los conocemos. El Diccionario de la Real Academia define al "polo industrial" como una "zona oficialmente delimitada, cuyo desarrollo industrial se trata de conseguir mediante diversas medidas de favor a las industrias que en aquélla se establezcan". Preguntamos: ¿existe detrás de esto, o después de esto –no, quizá, por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología-, ubicar luego en el resto del vasto terreno "industrias tecnológicas", es decir desarrollar una zona industrial específica? La denominación de “Polo” nos mueve a algunas reservas.

.

Se plantea, además, crear un "Polo Científico y Tecnológico" lejos de toda sede universitaria, cuando es sabido que, en el mundo, los polos científicos y los polos tecnológicos se ubican en las cercanías de los campos universitarios. Aquí ni se ha tenido en cuenta la distancia existente con la Ciudad Universitaria, donde funcionan facultades como la de Ciencias Exactas, o la de Arquitectura. En cambio, se propone ubicar el "Polo Tecnológico" cerca de los restaurantes de Las Cañitas, y los llamados Palermos Soho y Palermo Hollywood.

.

Entonces: nosotros no estamos contra la ciencia y la tecnología. Y creemos, -y vuelvo a repetir- por principios y por una trayectoria, en el necesario desarrollo independiente de la Argentina en materia científica y tecnológica. Porque una cosa es la ciencia y la tecnología tomadas así como decimos ahora, y otra son negocios que puedan venir después [pegados a] la ciencia y la tecnología. Entonces, con esto quiero decir que a veces la denominación inocente del “desarrollo de la ciencia y la tecnología”, más allá de los propósitos de quienes quieren instalar esto en la zona que acabamos de decir, trasunta intenciones que no son tan “comunes”. Los vecinos de Palermo estamos acostumbrados a este disfraz o encubrimiento. Por ejemplo, recordamos que aquí enfrente, nomás, se ha propuesto crear un llamado "centro de convenciones", y cuando vimos la letra chica del proyecto era un estadio para shows, recitales y demás.

.

Por eso decimos, ahora, que nos oponemos a este proyecto tal como está formulado. Planteamos la necesidad de su retiro, y que el Gobierno de la Ciudad convoque a un debate amplio y participativo, transparente, para que se trate sobre el destino de estos inmensos terrenos de la Bodega Giol y los terrenos ferroviarios teniendo como mira el interés, no sólo de los vecinos de Palermo, sino de los habitantes de esta Ciudad, y reivindicando nosotros la necesidad de que sean espacios públicos, espacios verdes, tan necesarios, sobre todo en esta zona, porque la cercanía de Colegiales y Villa Crespo, que carecen de espacios verdes, tornan necesario esto.

.

Y cierro diciendo que no vamos a aceptar una suerte de chantaje para decirnos: “o se hace esto para terminar con el abandono de esta zona, o esta zona queda en el abandono”. No puede haber esa falsa opción. Queremos el debate amplio sobre el destino de estos terrenos.

.

Nada más.

No hay comentarios.: